viernes, 2 de diciembre de 2011

Maspalomas Costa Canaria: un sanatorio insustituible


aguas abajo de la Presa de Ayagaures. ISLA DE GRAN CANARIA





1962 - 2012. Pues será la re-creación de un sanatorio insustituible para combatir padecimientos reumatismales. Si, así lo definió Don José Suárez Valido como el Presidente accidental del Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria en abril de 1956.


Haciendo oposición contra un proyecto de iniciativa particular aguas abajo de la Presa de Ayagaures, para la construcción de una presa subterránea en el cauce del Barranco de Ayagaures, el Cabildo Insular de Gran Canaria escribió entonces en su defensa que se cortará radicalmente la circulación subálvea de aguas abajo condenando a la desecación definitiva cuantos manantiales o depósitos de ella se alimentan.

Entre estos, hay cerca de la desembocadura del barranco, junto al faro de Maspalomas, una pequeña laguna conocida por el nombre de Charco de Maspalomas, donde se refleja la torre del faro, entre un oasis de palmeras, que forman un lindo bosquecillo en medio de unas dunas de blanca arena.


La Corporación Insular se interesa por la conservación de las bellezas naturales como atracción del turismo. Con el perfeccionamiento de las vías de comunicación, este despejado lugar, donde no se nubla el sol, es frecuentadísimo por propios y extraños, que incluso en él veranean, como playa de baños y objeto de excursiones familiares. 

Es tal la afluencia de viajeros que el Cabildo sostiene allí con carácter permanente, personal de vigilancia y limpieza.

Además, como por su claro cielo y templada atmósfera es un sanatorio insustituible para combatir padecimientos reumatismales, se ha establecido un activo movimiento internacional desde las frías poblaciones septentrionales (suecos y filandeses especialmente) que allí buscan remedio, por las virtudes curativas del clima, a las inclemencias del riguroso ambiente de su patria, que altera su salud. A tal punto se ha desarrollado este foco de atracción que son las playas de Maspalomas en los alrededores del Charco, que el Excmo. Cabildo Insular ha gestionado y obtenido de sus propietarios se le permita construir un balneario que ofrezca cómodo alojamiento al turista que de tan lejanas regiones se desplaza, en busca de esparcimiento y salud.

En los planes que tiene en camino de convertir en realidad el arquitecto que ha de redactarlos, hace entrar como elementos imprescindibles que han de cooperar a la ornamentación y ambiente e incluso atracción deportiva, en lugar tan desprovisto de artificiales espectáculos, no sólo la limpia playa sino la laguna de agua dulce y el palmeral adyacente.

Cortada la circulación subálvea, el Charco de Maspalomas desaparecería y el bosque de palmeras, al no encontrar el agua vivificadora del subsuelo, caería en ruinas.

Así, en 1956 el Cabildo Insular de Gran Canaria no sólo demostró que se interesaba por la conservación de las bellezas naturales como atracción del turismo (no era por el oro líquido que quería almacenar en la Presa de Ayagaures, que vaaaa), sino que también definió Maspalomas como un sanatorio insustituible para los suecos, filandeses, alemanes, ingleses, etc. En algún lugar tenían que recuperar la salud, muy alterada por el clima de sus patrias. 
    
En definitiva, que 2012 será el año de la re-creación de Maspalomas Costa Canaria como el sanatorio insustituible del Cabildo Insular de Gran Canaria, y todo por culpa de una presa subterránea. Que bien le hubiera venido al Charco de Maspalomas esa presa subterránea. Y otras siete presas más en el cauce del Barranco de Ayagaures.


   Fotos de Jaime González Pérez